Sentí como se paralizaba la sangre en mis venas, también pude ver el morado de mis labios, recorrí tus brazos con mis dedos, tomé entre mis manos tus palabras, las grabé en mi cuerpo, pensando que la mente es frágil, temí hablar demaciado, callé en los momentos inoportunos, caí en los errores más corrientes, respiré el último beso, suspire con dificultad
y fue ahí cuando supe que todo había acabado.
