No me queda claro aún porque hago lo que hago .
Pero hoy me dieron ganas de clasificar los árboles por número de hojas.
Y me transformo en una FABRICANTE de mentiras y de sueños.
Cuando caminaba por la orilla mis pies no se marcaban en la arena,
y yo saltaba de desesperación. Compré unas cuantas caracolas creyendo
que en ellas había un poco de mar.
En el auto.. no entré completamente estirada. (recuerdo que hace unos
diez años el espacio sobraba) y pegé la mejilla al vidrio casi congelado
para no sentirlo.
En mi armario hay siete paraguas dos de ellos son nuevos, uno está apolillado,
tres están maltratados y el otro tiene roto el mango.
Ahora bien mis zapatos de charol están sin broches, pero es miércoles y me siento bien.